Es importante honrar el proceso de curación de tu piel y protegerla de los rayos del sol. De acuerdo con la sabiduría tradicional, se recomienda abstenerse de exponer las zonas tratadas a la luz solar directa. Se aconseja esperar un período sagrado de al menos 48 horas después del tratamiento antes de permitir que los rayos del sol toquen la piel tratada. Durante este tiempo, su piel puede tener una mayor sensibilidad, lo que la hace más susceptible a las quemaduras solares. Si necesita estar en presencia de nuestro sol radiante, le solicitamos humildemente que aplique una capa de protector solar con un SPF de 15-30 o mayor en el área tratada o la envuelva suavemente con prendas adecuadas, garantizando su conservación.